Los rayos UV representan solo el 5% de la radiación que alcanza la superficie terrestre. Las radiaciones infrarrojas (IR) cubren todo el resto del espectro de radiación. Por esta razón, los sueros I&S protegen contra los rayos UV, los rayos IR y la luz azul. Desde el punto de vista formulativo, I&S ha añadido filtros solares específicos a sus sueros para contrarrestar estas longitudes de onda que pueden inducir efectos dañinos en las estructuras celulares de la epidermis.
Una protección con SPF 15 es capaz de absorber el 93,3% de la radiación. Subiendo, el SPF 30 absorbe el 96,7% y el SPF 50+ alcanza el 98,3%. Es importante notar que la cantidad de radiación absorbida al pasar de un SPF 30 a un 50+ es apenas más del 1%, pero para lograr este último valor se debe duplicar la cantidad de filtros. Esto tiene un impacto significativo en la sostenibilidad ambiental.
Se estima que cada año se liberan entre 10,000 y 15,000 toneladas de productos solares solo en el mar Mediterráneo. Estas consideraciones abren el debate sobre la necesidad de seguir buscando niveles de protección cada vez mayores, aunque sean poco efectivos en cuanto a la verdadera protección ofrecida por diferentes tipos de productos.
Por eso, I&S considera que las formulaciones con SPF 30 representan el equilibrio adecuado entre la óptima protección de la piel y la atención al medio ambiente. Algunos filtros se consideran dañinos para el ecosistema marino, mientras que otros han sido identificados como disruptores endocrinos.
La prohibición del uso de Benzofenone-3 y Ethylhexyl Methoxycinnamate en las Islas Hawái ha tenido repercusiones a nivel mundial y ha centrado la atención de los consumidores en los posibles daños causados a algunos organismos vivos.
Algunos estudios científicos han relacionado el blanqueamiento de los corales con la presencia de estos filtros en las aguas marinas, lo que ha llevado a su prohibición en algunas áreas geográficas particularmente sensibles al medio ambiente. Octocrylene y Homosalate, por otro lado, han sido reconocidos como disruptores endocrinos. Por estas razones, I&S utiliza solo filtros de última generación que no están implicados en estas problemáticas.
Para equilibrar mejor el impacto ambiental y la protección de la piel, se debe garantizar el máximo rendimiento de los filtros solares, disolviéndolos de la mejor manera. De esta manera puedes reducir la cantidad de filtros necesarios en tus fórmulas. Este es el camino elegido por I&S. Proponer formulaciones con SPF 30 que garanticen una protección óptima de la piel y reduzcan el impacto ambiental.
I&S utiliza ingredientes de origen natural tanto para polímeros como para ésteres y aceites; Los emulsionantes no están etoxilados.
Los rayos UV-A penetran más profundamente en la epidermis, llegando a la dermis donde dañan moléculas como el colágeno, la elastina y el ADN, favoreciendo el fotoenvejecimiento y aumentando el riesgo de contraer melanomas.
La luz UVA, también conocida como luz de onda larga, representa aproximadamente el 95% de la luz ultravioleta que llega a nuestra piel. Es una amenaza real para nuestra piel.
Lado de la cara expuesto a la ventana mientras se conduce
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Los daños cutáneos provocados por la radiación solar se extienden a nivel epidérmico mediante la generación de radicales libres que son capaces de dañar las estructuras de nuestra piel (colágeno, elastina, hasta el ADN). Por este motivo, es fundamental la presencia de un activo antioxidante capaz de combatir los radicales libres.
Para toda la línea decidimos utilizar envases que permitan dosificar con mucha precisión las gotas de producto necesarias para el tratamiento.
No hay riesgo de derrame accidental y la boquilla permanece siempre limpia después de su uso. Fácil de transportar y ergonómico.
